Un año da para mucho y más si vives en Tailandia. Ha sido una etapa llena de aventuras, alegrías y también algo de morriña. Aun a riesgo de parecer melodramática diré que por primera vez he tomado consciencia de lo corta que es la vida. Pasa todo muy rápido. Y desde luego, este año ha pasado volando. Ha sido también un tiempo de aprendizaje. He aprendido muchas cosas en el país de la eterna sonrisa.. Aquí van algunos ejemplos:
Indice
12 cosas que he aprendido durante un año en Tailandia
1.Sabai sabai
O lo que es lo mismo: con tranquilidad. El ritmo de los tailandeses es mucho más lento que el europeo y tienden a no estresarse apenas, lo cual es obviamente mucho más saludable. Durante este año he conseguido vivir y moverme con más tranquilidad. Tanto es así que incluso he llegado a poner nervioso a algún tailandés en la cola del supermercado… ¡por mi lentitud! jajaj
2. A vivir el momento
El sanuk es un concepto tailandés vinculado a la diversión y a vivir el momento que se traslada al día a día de los tailandeses. Por eso es habitual verles reír y tomar cerveza y sangsom sin importar mucho el día de la semana. Supongo que el clima y la religión budista influyen bastante en esto de vivir el ahora. Y sin duda, después de un año aquí, el chip me ha cambiado. Disfruto más del momento sin que me preocupe tanto el pasado ni el futuro.
3. A ser agradecida
La verdad es que cada vez soy más consciente de lo privilegiada que soy por poder vivir como vivo aunque sea en el otro lado del mundo. Por tanto, intento centrarme más en lo que tengo que en lo que me falta. Y doy gracias por ello cada día.
4. A sonreir
Por mi carácter introvertido siempre me ha costado sonreír más que a la media. Después, con los años, ese concepto de que la mujer tenía que sonreír siempre para estar “más guapa” me solía poner de mala leche. Pero al llegar a Tailandia el concepto de sonrisa cambió. Bien es verdad que también hay sonrisas tailandesas que pueden ser falsas, como en todos lados, pero en general el tailandés sonríe para mostrarse amistoso. Lo que en Europa puede resultar de una cierta coquetería en Tailandia tiene otro matiz. Y la verdad es que el hecho de intercambiar sonrisas produce una sensación muy agradable. Eso sí, no intentes competir con la sonrisa de un tailandés. ¡Es una batalla perdida!
5. Nunca es tarde para probar nuevas cosas
Aunque aún me queda pendiente aprender a conducir la moto y estudiar tailandés, este año por ejemplo, me estoy aficionando al yoga. Y a pesar de mi falta de elasticidad, voy mejorando y cada día lo hago mejor. Moraleja: nunca es tarde para aprender algo nuevo.
6. No hace falta hablar el mismo idioma para entenderse
Millones de veces me ha pasado: hablar con un tailandés en inglés, que me respondiera en su idioma y habernos entendido. Si hay ganas de comunicarse, al final se consigue.
7. Me gusta la montaña
En todo este tiempo que llevo en el país no he pisado ninguna de las famosas playas tailandesas. Me tira más el monte. En ese sentido, Chiang Mai es perfecta. A una hora de Chiang Mai puedes encontrar pueblos rodeados de montañas y verde, rurales y sin apenas turistas.
8. Me apasionan las minorías étnicas
Sus trajes, sus costumbres y sus idiomas. Me atrapan.Y aunque disfruté más de ellas en Sapa, también te puedes topar, a poca distancia de Chiang Mai, con las Aka, Hmong o Karen por poner algunos ejemplos. . Este año quiero conocerlas mejor.
9. El monzón es la mejor eṕoca para viajar
Pasar la mitad del año bajo el monzón incita a viajar durante esta época. Y creo que es la mejor época para hacerlo. Ante todo porque durante esa época apenas hay gente. Además no hace excesivo calor y al ser temporada baja es más barato. Es verdad que suele llover, pero habitualmente estas lluvias no van más allá de dos horas diarias. Si a eso añadimos que no soy muy de playa, esta época es mi preferida para viajar por Tailandia.
10. Me encanta conocer a otros blogueros
Gracias al blog he conocido a mucha gente que venía de visita a Chiang Mai y como no podía ser de otra forma también he conocido a blogueros. Las chicas de Oh my World, Camino Salvaje o Llévame lejos son algunos ejemplos. Así que, si vienes a Chiang Mai no dudes en escribirme.
11. No aguanto el frío
Lo sé, se supone que soy una chicarrona del norte. Pero después de tanto tiempo en Tailandia ya no soporto temperaturas inferiores a 15oC. ¡Muero de frío!
Hasta aquí todos mis aprendizajes en el reino de Siam. Y tú ¿qué has aprendido durante tu estancia en Tailandia?¡Cuéntamelo en los comentarios!
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Oh, Eli!! Yo, que ya iba a escribir un comentario desde el sabai sabai, si llego y veo nuestro blog, ¡me dejas encantada! Buen aprendizaje de tu añito y muy bien que confirmamos que te sienta Chiang Mai 😉 Un besote guapa.
Autor
No podíais faltar:) Espero que lo estéis pasando de lujo 🙂
Estuve solo 2 meses en Tailandia, pero suficiente para sentir todo eso que contas. Es tal cual! Con este ritmo de vida es mucho más fácil vivir el presente, una cura para los que venimos del otro lado del globo. También lo del agradecimiento y el respeto, es algo que voy a extrañar. Sumo otra que se me ocurre: el culto a la comida. Salir a comer todos los dias y explorar diferentes sabores me hizo disfrutar el momento de almuerzo/cena de otra manera 🙂
Autor
El ritmo es de lo que más engancha :9
Un abrazo!
Eli
Lástima no habernos visto en Chiang Mai!
Yo aprendí que los pueblos que «no tienen nada» (véase Mae Sot) pueden enamorarte, que conducir un coche no es tan peligroso (o nada) como te lo pintan y que la playa más paradisiaca del mundo no lo es tanto. Tendré que volver para seguir aprendiendo
Autor
¡Tal cual!
A ver si nos vemos en la próxima 😉
Eliiii! Qué bonito <3 Yo también he aprendido todo eso en año y medio que llevamos en Tailandia. También que a los thais les encantan los niños, cada vez que ven uno les hacen 100 carantoñas jeje. La importancia para ellos de la familia. Lo avanzados que están en algunas cosas respecto a la mayoría de países occidentales como el tema de la identificación y orientación sexual de cada uno. Que no me he sacado nunca el carné de conducir en España y aquí voy con la moto en autopista todos los días como si nada jaja. Y si no te llaman las islas de aquí es porque aún no has estado en ellas… a mí me han enamorado! La semana que viene te contaré cómo es Koh Tao 😉
Besillos!!!
Autor
Helena!
Totalmente de acuerdo con lo que añades. Tendré que ir este año a las islas, por hacer algo distinto. Ya me cuentas la semana que viene-
Besis!
Preciosas reflexiones, ¡muchas gracias por compartirlas con nosotros! Un saludo y carpe diem. 😉
Autor
Muchas gracias, Raquel 🙂
Un abrazo,
Eli