Vang Vieng y mi primer viaje en globo

Desde pequeña quizás obnubilada por las aventuras de Willy Fog siempre he querido viajar en globo. Sí señores, un tigre, que no solo hablaba, si no que, recorría el mundo en 80 días y en un globo. ¡Qué grande!

El caso es hace algunos días conseguí hacer mi sueño realidad. El lugar en donde este sueño se desarrolla no es otro que Vang Vieng, al norte de Laos. El coche apareció puntual, a las 6:20 de la mañana, ni un minuto más ni un minuto menos de la hora anunciada. Dicha puntualidad llama la atención el sudeste asiático pero debe ser porque el negocio de los aerostatos en este lugar del mundo lo lleva una empresa alemana.

Foto: Eli Zubiria. Imagen del globo despegando, en Vang Vieng, Laos.

Foto: Eli Zubiria. Imagen del globo despegando.

En quince minutos ya habíamos llegado al lugar de despegue del globo. La escena llenaba de alegría y emoción ya desde el inicio. Unos cinco aerostatos deshinchados, con su telas de colores y sus cestas situadas en posición horizontal , esperando al pistoletazo de salida para que todo comenzará. Y así fue como poco a poco comenzó a agrandarse el primer globo, con la ayuda de un chorro de gas. En la fase final del hinchamiento comenzaron a salir los lengüetazos de fuego acompañados de su particular ruido. Una vez el globo tuvo aire suficiente como para salir hacia las alturas, cinco personas lo sujetaron y equilibraron para dejar subir al pasaje. Una vez ahí el globo comenzó a elevarse despacio, con elegancia. El frío que acompañaba por la mañana desapareció ala calor del fuego que equilibraba el vuelo del aerostato. Reconozco que tenía miedo de subir, después de la última experiencia subiendo a una torre en Toledo no sabía cómo iba a reaccionar mi cuerpo a las alturas. Pero, supongo que las ganas acompañadas de tanta belleza pudieron con todo. Es más no sólo no tuve miedo si no que sentí unas cosquillitas de emoción por todo el cuerpo. Y , la verdad, es que no es para menos. Las montañas, con el río y el sol lanzando sus primeros destellos. Las casas empequeñecidas en la verde tierra y los niños saludando con sus manitas desde abajo. Dicen que el trayecto dura 40 minutos pero a mí me pareció bastante menos. El tiempo vuela en las alturas.

Foto: Eli Zubiria. Vistas de Van Vieng desde las alturas, en Laos.

Foto: Eli Zubiria. Vistas de Van Vieng desde las alturas.

Si pasas por Vang Vieng no te pierdas esta experiencia por nada del mundo. Ha sido junto a la noche que pasé durmiendo bajo las estrellas en el Urulú, una de mis mejores aventuras viajeras. Aunque tengas que renunciar a tu cerveza diaria por unos meses para conseguir los 78 dólares que cuesta el viaje. ¡Hazlo!


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http://youtu.be/IFTQeM1wKYE

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2 Comentarios

  1. ¡Yo también era muy fan de Willy Fogg y siempre quise montar en globo! Mi primera vez fue este verano pasado en Turquía, la Capadocia, y también para ver amanecer. Fue un vuelo mágico, suave y maravilloso. Una experiencia mágica sobrevolar las Chimeneas de las Hadas y los valles de rocas lunares… Este vuelo tuyo en Laos tiene también una pinta estupenda, así que me lo apunto. ¡Gracias por la información! Un saludo de la cosmopolilla (lacosmopolilla.com).

    • elizubiria
      Autor
      /

      Hola cosmopolilla, ¡Qué bueno que a ti también te gustara el señor Willy Fogg! Me apunto lo de Capadocia tiene muy buena pinta y me pilla más cerca de casa 🙂

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