La aventura de una profesora de inglés en el campo camboyano

Foto:Eli Zubiria. Campesino camboyano en bicicleta

Foto:Eli Zubiria. Campesino camboyano en bicicleta

La semana pasada estuve trabajando como profesora de inglés en uno de los centros que tiene la ONG SOLS en la provincia de Kampot. La sede donde estuve alojada y trabajando está situada en pleno campo y ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida.

La primera aventura comenzó en el camino de ida hacia la sede. Descubrí la deliciosa experiencia de los coches compartidos, en donde coches en teoría habilitados para 10 personas terminan llenándose de 30 personas. Ser la única extranjera en un coche de ese tipo es una sensación encantadora y más cuando los lugareños te empiezan a ofrecer frutas desconocidas y que ni siquiera sabes cómo comer. La segunda parte de ese viaje consistía en montarse en una moto. Siempre he tenido miedo a las motos en general y viendo el famoso tráfico asiático ese miedo tiende a incrementarse. Pero como hacer 10 km a pie y con la mochila acuestas no era una opción no quedó otra que probar. Tras un par de llamadas telefónicas en khmer, entre conductores, finalmente conseguí llegar a ese local en medio de la nada.

Fue una semana muy intensa en donde aprendí mucho y conocí a los khmer desde dentro. La moto ya esta totalmente dominada ya viajo con ellos en plan sandwich, en el medio, por todo el campo, una sensación increíble, con el viento en la cara. Estoy segura de que con esos trayectos he rejuvenecido al menos 5 años.

Ha sido una semana de muchas conclusiones también: El acceso a agua corriente y no digamos ya a agua potable es un lujo. Una ducha de agua caliente es un privilegio y un baño en donde poder sentarse también. Esto quizás es únicamente la parte superficial y quizás algo frívola pero reconozco que es una comodidad de la que me cuesta desprenderme. La carne es también un lujo que solo se pueden permitir excepcionalmente. El arroz es la base de su alimentación.

Foto: Eli Zubiria. La mayoría de los camboyanos cocinan sin electricidad, Phnom Penh, Camboya

Foto: Eli Zubiria. La mayoría de los camboyanos cocinan sin electricidad

Poniéndonos un poco más profundas y hablando de las cosa que importan, es increíble observar cómo esas comunidades de agricultores hacen un esfuerzo para que sus hijos puedan estudiar inglés. También lo consciente que son los niños de su pobreza y de que como mucho puedan aspirar a ser agricultores o profesores. Al mismo tiempo quiero ser optimista y veo a esos niños como el futuro del país. Quizás en 10 años consigan mejorar su calidad de vida, impulsados por el turismo.

Foto: Eli Zubiria. Niños camboyanos en la escuela pública, en Kampot

Foto: Eli Zubiria. Niños camboyanos en la escuela pública

Creo que después de esta semana soy más consciente de lo privilegiada que soy por haber nacido en España. Si lo piensas realmente es algo que fue pura casualidad y que no supuso ningún esfuerzo personal para conseguirlo.

Por otro lado, los camboyanos son de las comunidades más amigables que conozco, les encanta hablar contigo aunque no te entiendan. Si das con alguno que habla inglés le encantara conversar contigo, que le cuentes cómo es tu país. No hay más que sentarse en mercado local a tomar café y dejar que pasen cinco minutos. Enseguida tendrás a alguien sentado a tu lado, dándote conversación o mirándote con ojos curiosos y agradables y por supuesto, sonriendo. No sé quién decidió que Tailandia era el país de la eterna sonrisa porque desde luego en Camboya la sonrisa es algo que forma parte del día a día. Su sonrisa es algo que claramente sale de dentro y a través de la cuál se puede llegar a conectar sin hablar el mismo idioma.

Foto: Eli Zubiria. camboyanos tomando café

Foto: Eli Zubiria. camboyanos tomando café

Definitivamente Camboya me ha conquistado y eso que todavía me queda mucho por ver. Me gustaría regresar en 10 años para comprobar si ha cambiado.

Si quieres participar en algún proyecto de este tipo puedes escribir a [email protected] La ONG SOLS está presente en varios países del sudeste asiático en India y en Timor Este. En breve también te dejaré un vídeo sobre el proyecto.

Y tú, ¿has hecho voluntariado en alguno de los países a los que has viajado? ¡Cuéntame tu experiencia!


NOTA: Algunos de lo enlaces de este post son de afiliados. Esto significa que si compras a través de estos enlaces yo me llevaré una comisión y contribuirás a que el proyecto de Vida de Viajera crezca.

Compártelo

4 Comentarios

  1. hector
    /

    Me gustaría mucho una experiencia como las que veo en vuestra web, soy varón de 28 años y lo que mas mes llena es ayudar a la gente y porsupuesto conocer las diferentes culturas de nuestro planeta.
    Contacten conmigo

    • /

      Hola Héctor,
      Muchas gracias por tu comentarios. Si quieres contactar con la ONG que menciono en el artículo puedes hacerlo en
      http://www.sols247.org
      Un abrazo y espero que te sirva,
      Eli

  2. Toni
    /

    Hola me llamo Toni soy un chico de44 años, este verano viajo para Myanmar y Camboya, me gustaría mucho colaborar con una ong , llevo mirando varias por Camboya y no he tenido respuesta… como podría contactar con la ong directamente para gestionar el voluntariado.

    Muchas gracias!!
    Saludos!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Vida de Viajera participa en programas de publicidad de afiliados. Cuando compres a través de estos links, me llevaré una pequeña comisión. ¡Muchas gracias por apoyar el proyecto de Vida de viajera a través de estos programas!