Hace ya algo más de dos meses que aterricé en Sydney y sigo fascinada por la ciudad. Una de las cosas que más me gusta es su multiculturalismo, recientemente he sabido que el 45 % de sus habitantes han nacido en otro país unas cifras que me fascinan y con las cuales los australianos conviven con total naturalidad.
Durante este tiempo me he cambiado de casa. Esta también la encontré a través de airbnb. Sin embargo, no tiene nada que ver con la anterior sobre todo por el barrio en el que se encuentra: Belmore. En lo que llevó aquí ya he visto dos atracos, ambos en la misma calle. Uno de ellos la primera semana e inocente de mí al principio al ver el elevado número de cámaras de televisión pensé que estaban grabando alguna película pero luego me di cuenta de que había demasiada policía. Dicho esto, aclarar que durante mi día a día no paso miedo pero, lo mencionó porque el precio respecto a la habitación que tenía en Linfield, un barrio mucho más agradable y seguro, es bastante similar. Con lo cual si vas a alquilar usando airbnb lo mejor es que también te informes de la zona.
A lo largo de este mes también he cambiado de escuela de inglés. En la primera, ESL, me pusieron en un nivel de inglés inferior, con gente que no era capaz de llevar una conversación pero después de tres semanas conseguí que lo reconocieran y me cambiarán de escuela. El problema fundamental era que en esa escuela no tenían grupo para mi nivel. Ahora estoy en SCE y la verdad es que el cambio ha sido a mejor. Si estás pensando en apuntarte a alguna clase de inglés en Sydney te recomiendo que escojas esta escuela.
Pero, también ha habido experiencias positivas. He visitado las playas de Bondi y Manly a las que se llega con facilidad desde el centro de Sydney. Dicen que desde el cementerio de Bondi se pueden contemplar ballenas pero yo todavía no he visto ninguno. Lo que sí vi fueron delfines cuando cogí el ferry camino de Manly.
También estuve en Newcastle, a tres horas de Sydney, y aunque no hay mucho que hacer en la ciudad, mereció la penas ir hasta ahí para pasear junto al mar con el viento y la arena azotando mi cara y para sacar la foto, de estas gaviotas, que personalmente me encanta.
Como curiosidad también viví el día de ANZAC, fiesta nacional que se celebra todos los años, el 25 de abril, en homenaje a los soldados australianos caídos en combate. Este año además se cumplían 100 años de la batalla de Galipolli, el primer conflicto internacional en el que participó Australia y que costó la vida a 8.700 soldados. Esta festividad incluye un desfile militar por el centro de la ciudad y me llamó la atención lo orgullosos que se sienten los australianos de su ejército.
También he descubierto que efectivamente existe el invierno en Australia o, al menos en el Estado de Nueva Gales del Sur, a la que pertenece Sydney. De hecho, la ciudad ha vivido durante este mes el peor temporal de los últimos diez años.
Y al margen de Sydney, durante estos días también he cumplido otro de mis retos viajeros, como ya te conté, he probado Couchsurfing en Canberra otra experiencia positiva a añadir a la lista.
Para terminar, he de decir que llevar más de dos meses en el mismo sitio y con rutinas similares ya me empieza a pesar. Empiezo a necesitar con bastante urgencia la adrenalina de hacer la maleta montar en algún medio de transporte y aparecer en un lugar nuevo. De hecho, ya estoy preparando mis nuevas aventuras … pero…. para eso, habrá que esperar al 10 de junio.
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