Tha Ton y Mae Salong, las desconocidas del norte de Tailandia

Tha Ton y Mae Salong, las desconocidas del Norte de Tailandia

Tha Ton probablemente no sea uno de los destinos más populares del norte de Tailandia. Sin embargo, el río Kok su templo y la tranquilidad del lugar lo convierten en un lugar de parada imprescindible.

Tha Ton y Mae Salong, las desconocidas del Norte de Tailandia

Tha Ton, al borde de la frontera

Visité este lugar en un fin de semana, con mi compañera de trabajo Bruna.

A lo largo de mis viajes por el sudeste asiático, he encontrado lugares que sin tener grandes atracciones turísticas incitaban a quedarse. A pasear por sus calles y ver la vida pasar. Tha Ton, es ,sin duda, uno de ellos.

Aunque en los alrededores conviven más de seis etnias distintas la dominante es la Shan. Esta pequeña localidad ha cambiado varias veces de manos a lo largo de su historia. A principios del siglo XX fue finalmente incorporada a Tailandia cuando Birmania cedió 3 km de su territorio al reino de Siam.

Tanto si quieres acceder a Chiang Rai en barco o prefieres hacer una parada antes de llegar a las montañas de Mae Salong, Ta Thon es un mágico remanso de paz y tranquilidad. Está a tres horas en autobús desde Chiang Mai y se sitúa justo al final de la provincia de dicho nombre.

Mae Salong, el pueblo de estilo yunnanés

Nosotras nos inclinamos por adentrarnos en la montaña. Así que, cogimos un Songthaew (taxis compartidos tipo autobús muy comunes en el sudeste asiático) rumbo a Mae Salong. Quería conocer este pueblo porque antiguamente perteneció a la provincia china de Yunnan. Mi amiga Melina me había recomendado encarecidamente visitar esta provincia. Así que, a falta de tiempo para poder ir a China pensé que lo más parecido sería Mae Salong. Y desde luego las espectativas se cumplieron.

En Mae Salong conviven también seis etnias diferentes y es muy habitual encontrar a mujeres akha con su traje tradicional vendiendo prendas tejidas a mano. El precio del alojamiento en este enclave montañoso también es algo a mencionar. Por 100 bahts se puede encontrar una habitación para dos personas.Tha Ton y Mae Salong, las desconocidas del Norte de Tailandia

Las calles, o más bien la calle, de este pueblo está llena de teterías y carteles en chino, como si aún formara parte de ese territorio. Es como estar en China pero en Tailandia. Un lugareño nos saludó mientras tomábamos el té y nos regaló un ramo de lichis. Una muestra más de la amabilidad de la gente de las montañas.

La lluvia nos impidió visitar el museo en memoria de los mártires chinos y tuvimos que cambiar de planes. Así que, nos tomamos un khao soi y nos atiborramos a dulces locales mientras arreciaba la lluvia.Tha Ton y Mae Salong, las desconocidas del Norte de Tailandia

El regreso a Chiang Mai se hizo más pesado. Nos habían dicho que era más corto ir a través de Chiang Rai que retroceder el camino hecho, pero no fue así. Lo bueno fue que nos permitió seguir viajando entre montañas y aunque el camino era bastante engorroso entre los baches y la lluvia, pudimos disfrutar de una de esas escenas que hacen del sudeste asiático un lugar mágico. Una señora mayor se metió en el songthaew y se sentó a nuestro lado. Estaba claro que los baches no le molestaban para nada puesto que se tumbó y apoyó su cabeza en el regazo de Bruna. Y fue así todo el trayecto.

El desvío de ruta nos permitió volver a visitar Chiang Rai aunque debido al cansancio acumulado no pudimos hacer mucho más que tomarnos un milkshake. Así que cinco horas después de iniciar el regreso a Chiang Mai llegamos a nuestro destino.


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